jueves, 26 de mayo de 2011

Ventajas y desventajas que ofrece la televisión

Las ventajas y desventajas de la televisión se pueden resumir como:
Ventajas:                                                     
  • Entretiene.
  • Amplia la visión del mundo.
  • Muestra conocimientos científicos, culturales, históricos y sociales.
  • Influye en la formación infantil favoreciendo el aprendizaje, la educación y ampliando el lenguaje científico y técnico.
  • Ayuda a conocer los valores humanos, adquisición de actitudes y estilos de vida.
  • Contribuye al civismo, la solidaridad y la conducta psicosocial.
Desventajas:                  
  • Puede provocar aislamiento familiar
  • Tiene una carga elevada de violencia y erotismo
  • Incita a conductas agresivas
  • Ayuda a perpetuar roles y estereotipos
  • Muchas horas viendo la televisión puede producir alteraciones físicas tales como trastornos en el sueño, obesidad por falta de actividad y trastornos en el desarrollo del comportamiento.

  • Fomenta el consumismo ofreciendo a veces productos inalcanzables para el niño
  • Crea imágenes irreales de falsos ídolos
  • Puede ayudar a inducir trastornos alimentarios
  • Crea falsas imágenes de belleza y felicidad
  • Fomenta el sedentarismo
  • Fomenta la pasividad, la vida fácil
  • Induce a la indiferencia ante los problemas reales
  • Disminuye el tiempo que se dedica a la lectura, a los juegos y a la práctica deportiva
  • Mal utilizada puede alterar la comunicación y la convivencia familiar
  • Puede ofrecer una pseudoinformación manipulada
  • Puede afectar psicológicamente
  • Induce a la creación de un nuevo lenguaje más pobre, incorrecto, despersonalizado, uniforme
  • Refuerza la agresividad
  • Crea una imagen de trivialización de la violencia y, como consecuencia, una insensibilidad frente a ella, y fomenta el comportamiento violento en la infancia y la juventud
  • Puede crear una visión diferente del mundo, estableciendo modas, conductas, valores y actitudes
  • Puede crear adicción

¿Qué influencia tiene la televisión?

La televisión es incapaz de satisfacer todas las necesidades de los niños y las niñas. Inconscientemente sabemos que un niño necesita desarrollar los ejes básicos de la relación con su propia familia, necesita formar su propia estimación y necesita aprender a dejar de ser influenciable, tener independencia de criterio y ser capaz de observar y enjuiciar todo aquello que se produce a su alrededor para no ser en el futuro víctima de engaños y manipulaciones. Tiene que aprender todos los elementos fundamentales de la comunicación: leer, escribir y desarrollar su capacidad verbal.

El niño o la niña debe conocer en qué aspectos de la vida es débil y en cuáles es fuerte. Necesita estimular su fantasía y creatividad, desarrollar su inteligencia utilizando como instrumentos a sus cinco sentidos. Ninguna de estas necesidades se satisfacen con la televisión, que, por el contrario, crea dependencia, pasividad y ficción creada por adultos.
La prolongada exposición ante la pequeña pantalla entorpece enormemente el potencial de un niño o niña para crear y descubrir. Únicamente le queda la posibilidad de copiar. 

Cuando los niños o las niñas ven la televisión pueden presentar este estado físico: mandíbulas relajadas, cuerpo inerte, mirada fija y como vacía. Por supuesto que no todos los niños/as dan esta imagen cuando ven la televisión, pero si coincide en aquellos que se someten a largas dosis diarias de programas televisivos. Además, curiosamente, se añade un factor común: no participan de lo que están viendo; no se ríen en el momento oportuno, ni se asustan frente a una aparición inesperada. Simplemente miran, y no pueden parar de hacerlo hasta que la televisión se apaga.

A un niño o niña acostumbrada a largas dosis de televisión le es más difícil aprovechar su tiempo libre, porque no se le ocurre cómo hacerlo sin el televisor. Simplemente le aburre tenerse que imaginar a qué puede jugar para divertirse. Por el contrario, la televisión se lo da todo hecho.

La televisión como agente socializador

La socialización es un mecanismo por el cual una comunidad enseña a descubrir a sus nuevos integrantes, las normas, los valores, y las creencias que ellos mismos guardan en lo más profundo de su ser, como signo de su individualidad, y que invariablemente coinciden con las normas, valores, y creencias que profesa la comunidad en que habitan. 
La familia, la escuela, el grupo de amigos y los medios de comunicación son conocidos como agentes de socialización que transmiten los valores, los patrones culturales y las pautas de comportamiento necesarios para permitir la integración del individuo en la sociedad en que vive.
Los mass media desempeñan un papel socializador fundamental, ofreciendo una imagen de la realidad que cala en los receptores a largo plazo si su exposición al contenido de los medios es prolongada. De ahí, que su influencia deba ser corregida, o al menos tutelada, con objeto de orientar la descodificación de los mensajes transmitidos por los medios, para que no se identifiquen de modo automático con el mundo real.
Los medios no se limitan a reflejar la realidad, sino que en buena medida contribuyen a crearla. Podemos decir que existe una realidad que efectivamente es, verídica, y una realidad mediática, que en apariencia es reflejo especular de aquélla, pero que de hecho toma de ella sólo lo que le interesa, refundiéndolo para ofrecerlo a la audiencia de manera simplificada y esquemática. Se trata de una realidad distorsionada, por cuanto es fruto de la selección del emisor y obedece a los cánones ideológicos, sociales, económicos, culturales e incluso religiosos de éste.
Los espectadores de ficción televisiva observan en pantalla un mundo que difiere por completo del real, no sólo en lo que respecta a los acontecimientos reflejados, edulcorados o violentados según los casos, sino también a la representación de los roles sociales –étnicos, sexuales, profesionales...–, que resultan altamente estereotipados.
Los grandes consumidores de televisión, definidos como aquellos que se exponen a sus emisiones durante al menos cuatro horas al día, experimentan un “desplazamiento de realidad”, identificando lo que ven en la pequeña pantalla con lo que les rodea. Dichos consumidores absorben las representaciones sociales presentes en el universo de la ficción televisiva de modo masivo, sin discriminar aquellas que son válidas de las que no lo son.
Donde con mayor fuerza se manifiesta la función socializadora de la comunicación de masas, y donde más patentes pueden resultar sus efectos distorsionadores, es en la infancia. Los niños tienen un contacto muy limitado con su entorno, y los mass media son una fuente primordial de conocimiento para ellos.
Palmer destaca la importancia de la televisión en la vida del niño, precisamente  como mediadora  de la realidad y la ilusión y  como un recurso esencial de sus actividades. Ander-Egg señala  que: “La televisión es considerada como el medio de mayor incidencia dentro del proceso de socialización. No cabe duda de que los niños aprenden de la televisión: ésta suministra información, presenta modelos de conducta, transmite formas de ser, ofrece valores e ideales, promueve gustos, modas y costumbres.”
Los medios –en especial, la televisión– desempeñan tres funciones básicas en relación con la socialización infantil: presentan conductas que pueden imitarse, proporcionan imágenes capaces de desencadenar determinadas acciones, y permiten a los individuos familiarizarse con “los valores de la sociedad de ocio y consumo”.
Los medios pueden influir también en la idea que el individuo tiene de los distintos roles sociales, y en este sentido afectan ya a la totalidad de los receptores, no sólo a aquellos que, como el público infantil, se encuentran en fase de socialización. El “modelo de realidad” mediático está repleto de papeles estereotipados, que de manera inconsciente son asumidos por quienes los contemplan como algo natural, no como fruto de la selección del emisor.
La televisión es parte de la vida cotidiana de muchas de nuestras familias pasando a ser uno de los agentes formadores más extenso. La televisión utiliza un lenguaje accesible, su comprensión no requiere esfuerzo, ni habilidades especiales. Si se sabe sacar partido de ella, puede llegar a ser un buen medio educativo.
Se ha de ser conscientes del valor educativo que tiene pero también de los peligros que conlleva. Por ello es aconsejable enseñar a saber ver, comentar, valorar y juzgar lo que se nos muestra en la pantalla.

lunes, 2 de mayo de 2011

Encuesta sobre la infancia y la televisión. Los hábitos televisivos de los niños y niñas

EDAD: _____                                                                     SEXO: __________

1- ¿Cuántas horas de media ve al día su hijo/a la televisión?

2- ¿Cuántas horas de media ve su hijo/a la televisión los fines de semana?

3- ¿Cuáles suelen ser las horas o momentos del día en que su hijo/a ve la televisión?

4- Cuándo su hijo/a ve la televisión, ¿hay alguna persona que controle lo que está viendo?

5- En los momentos de reunión familiar, como por ejemplo en las comidas, ¿tienen siempre en casa encendida la televisión?

6- ¿Cree que la televisión puede suponer una fuente de aprendizaje para sus hijos/as?

7- ¿Cree que la televisión puede producir que sus hijos/as imiten conductas violentas o perjudiciales?

8-  ¿Cuáles son los programas infantiles que más ve su hijo/a?


9-  ¿Cuál es el programa infantil que más le gusta a su hijo/a?